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La electricidad es uno de los principales costes en la actividad de cualquier negocio o empresa. Su reducción se ha convertido en un eje estratégico fundamental, especialmente en los últimos años en los que el precio de la energía ha experimentado un importante aumento y numerosos cambios normativos y regulatorios.
Gestionar eficazmente este coste es esencial para asegurar la competitividad de la empresa, y en algunos casos su sostenibilidad financiera. Para ello siempre recomendamos contar con un asesoramiento energético profesional.
Para ello es fundamental y antes que nada, el entender la factura de electricidad; de que consta, interpretar cada uno de los conceptos y ver si alguno de ellos es susceptible de mejora o existe posibilidad de reducir su coste.
Tu factura de electricidad
Hoy en día existen en el mercado más de 200 compañías eléctricas -bien llamadas comercializadoras, para distinguirlas de las distribuidoras, que tienen otra función dentro del mercado energético-. Desde que se liberalizó el sector energético allá por el año 2007, todo negocio o empresa puede elegir libremente una u otra en función, de que nos resulte más o menos conocida, su cercanía o bien que nos seduzca su oferta económica y de servicios, aunque lo más acertado y recomendable es dejarse aconsejar por un Asesor Energético.
La tarifa contratada
Lo primero que hay que tener en cuenta es la tarifa que se tiene contratada. Puede ser baja, media o alta tensión; para que nos entendamos, la alta tensión es cuando el cliente dispone de centro de transformación propio, que se identifica como tarifa 6.1TD. Las otras dos tarifas, más comunes en negocios y pequeñas empresas, son las tarifas 2.0TD y la 3.0TD.
La tarifa contratada con nuestra compañía es fundamental, ya que va a determinar la potencia máxima que podamos utilizar, el precio que se va a aplicar tanto de potencia como de energía, así como los periodos o tramos horarios en los que se van a aplicar dichos precios, independientemente de otras cuestiones técnicas y regulatorias, que no son objeto de este artículo.
La potencia
Se refiere a la cantidad de kilovatios (kW) que tenemos contratados con nuestra comercializadora actual, y vendrá determinada por las necesidades de tu empresa. En función de la cantidad de aparatos o maquinaria que empleemos en nuestra actividad, necesitaremos una menor o mayor potencia.
En la tarifa 2.0TD, superar esos kW contratados supone que se dispare el dispositivo de control y que nos quedemos momentáneamente sin suministro eléctrico, que conseguiremos recuperar una vez bajemos la potencia, es lo que vulgarmente se dice “saltar los plomos”.
En cambio, en las tarifas 3.0TD y 6.1TD, si en un momento dado la potencia demandada supera la potencia contratada “no nos quedamos sin luz”, pero si se produce una penalización económica que aparecerá reflejada a final de mes en la factura, y en algunos casos, si esos “excesos” son repetitivos y grandes, la penalización no es precisamente barata.
El coste económico de la potencia tiene su reflejo en el concepto de término de potencia, cuyo importe viene fijado por la CNMC y el ministerio correspondiente y es publicado en BOE. Es habitual ver como algunas comercializadoras cobrar un “margen” en este coste.
Su precio suele venir expresado en euros por kW contratado (€/kW), para cada cada uno de los periodos que correspondan a la tarifa, y se trata de un coste fijo mensual que tendremos que pagar, hagamos uso o no de la electricidad.
Asegúrate de que la potencia contratada sea la adecuada para las necesidades de tu empresa, con el objetivo de reducir el coste de la misma, evitando quedarte sin suministro en la Tarifa 2.0TD, o sufrir penalización económica en las Tarifas 3.0TD y 6.1TD. Solicita a tu Asesor Energético que te haga un Estudio de Optimización de Potencia.
La energía
Es la cantidad de electricidad que realmente utilizas en tu actividad empresarial durante un periodo de tiempo determinado, que en el ámbito industrial suele coincidir con el mes natural. Es la parte variable de la factura, ya que en función de un mayor o menor consumo, el importe final de la factura variará de un mes a otro
Se mide en kilovatio-hora (kWh), y en la factura viene desglosado por periodos o tramos horarios, en función de la hora del día y del mes del año en que nos encontremos. En las tarifas 3.0TD y 6.1TD existen 6 periodos tarifarios y en función del mes que nos encontremos se aplicaran 3 de ellos; eso para que nos hagamos una idea de la complejidad del sistema.
El coste económico se refleja en el término de energía que comprende, por una parte, el precio real de la energía, y por otro, todos los conceptos regulados por la CNMC y el Gobierno, identificados como peajes y cargos, y que comprende todos los costes tanto fijos como variables del sistema, así como el Impuesto sobre la electricidad.
Su precio viene expresado en €/kWh y en la factura puede aparecer como un precio único o desglosado por periodo tarifarios.
Aunque el precio de la electricidad viene marcado por el mercado cada hora (OMIE), el precio al cual contratas tu suministro eléctrico es negociable con cualquiera de las Comercializadoras que compiten en el mercado libre. De ahí la importancia de buscar y negociar la compañía con la que formalizar nuestro contrato de electricidad, buscando en todo momento las mejores condiciones económicas y el mejor servicio.
Para contratar el precio de la electricidad existen diversas opciones, aunque las más habituales son un precio fijo o un precio Indexado o variable, este último con algunas modalidades.
El precio fijo te garantiza durante el tiempo que dure el contrato, habitualmente 12 meses, un coste fijo del kWh, con independencia de las fluctuaciones del mercado. Es una opción válida si tu perfil es conservador y necesitas conocer de antemano tu coste energético, pero hay que tener mucho cuidado con el momento en el cual se formaliza el contrato.
En cambio, contratando un precio indexado o variable, pagarás en cada momento el precio real de la Electricidad, en función de la evolución del mercado, más el margen que negocies con tu compañía.
Decidirse por un precio fijo o indexado siempre va a ser una decisión importante, y va a depender del momento y de la circunstancia de cada empresa. No obstante soy de la opinión de que a medio y largo plazo el precio indexado siempre resulta más ventajoso.
Existen otras opciones más sofisticadas, como cierres trimestrales, clicks, PPAs, precios mixtos, etc… que darían lugar a otro artículo donde extendernos con más detalle.
Es importante comprender estos dos conceptos: potencia y energía, para poder gestionar eficientemente tu factura de electricidad. Como resultado de ese conocimiento se pueden conseguir importantes ahorros, bien ajustando en la medida de lo posible la potencia contratada o implementando medidas de ahorro energético para disminuir el consumo, pero todo ello siempre de la mano de un profesional acreditado.
Servicios y costes adicionales
En tu factura de electricidad pueden aparecer otros costes, que pueden pasar desapercibos si no le prestamos la debida atención.
Nos referimos a la penalización por reactiva, coste fácilmente solucionable estudiando la conveniencia o no de instalar una batería de condensadores; la financiación del bono social, que cobran algunas compañías; y el alquiler del equipo de medida que es propiedad de la distribuidora, y que en algunos casos en más ventajoso cambiarlo por un equipo en propiedad y con telemedida.
También, la contratación de energía con garantías de origen 100% Renovables, aún siendo una decisión muy recomendable y loable por nuestra parte, tenemos que saber que tiene una repercusión económica en el coste que pagamos del kWh, ya que no le sale gratis a las compañías eléctricas y estas nos repercuten su coste.
En resumen, la factura de electricidad es una radiografía fiel de los consumos y necesidades energéticas de tu empresa. Una vez que comprendas lo que tienes contratado y lo que has pagado, estarás en disposición de tomar las medidas necesarias para optimizar tus costes energéticos y reducirlos en la medida de lo posible, con el objetivo de contribuir a un futuro más sostenible y saludable para tu empresa y para el planeta.
A continuación, algunas estrategias a considerar:
– Optimiza tu potencia contratada. Ajústala a las necesidades de tu empresa.
– Gestiona tu consumo, implementando medias de control y eficiencia energética.
– Mejora la contratación de tu suministro eléctrico, eligiendo la modalidad de precios que mejor se ajuste a tu perfil de consumo. Consulta a tu asesor energético.
– Si es factible, valora la opción de instalar una planta fotovoltaica de autoconsumo.